Los grandes estudios de grabación han dado paso a otros formatos más sostenibles, lo que ha obligado a muchos técnicos de sonido profesionales experimentados a reciclarse. Al mismo tiempo, aunque los directos –lugar a donde han ido a parar muchos técnicos de estudio– han ganado fuerza, la facilidad de acceso a equipamiento de última generación ha provocado que un gran número de bandas auto gestionen su sonido en vivo. En este contexto nos preguntamos: ¿están condenados a desaparecer los técnicos de sonido de monitores?

 

 

El mercado del audio y el de la música continúa sometido a un proceso de evolución sin precedentes. La sofisticación y abaratamiento de la tecnología ha provocado cambios sustanciales en la manera en la que se venían desarrollando muchas de las tareas dentro de esta potente industria.

Era: período histórico caracterizado por una gran innovación en las formas de vida y de cultura

La revolución tecnológica, en la que estamos sumergidos desde hace un par de décadas, ha afectado de forma notable a numerosas facetas de nuestra vida incluyendo, entre otras, la economía, nuestra manera de desenvolvernos socialmente, de trabajar, de comunicarnos y de movernos por el mundo, marcando, sin lugar a dudas, el inicio de una nueva era.

Esta extraordinaria evolución, no exenta de efectos secundarios negativos, está siendo, sin lugar a dudas, el maravilloso inicio de un nuevo tiempo en el que se están estableciendo conceptos diferentes, otras formas de comunicación y de desarrollo productivo.

Podríamos decir que absolutamente todo está cambiando y, por supuesto, la industria del audio y de la música también. Dicho esto, resulta evidente que el tema tiene una gran magnitud y complejidad, por este motivo, vale la pena ir desmenuzándolo por temas, áreas o, si se acepta la expresión, según nos lo vamos encontrando.

Es así como, hace un tiempo, posteamos el artículo: “Regreso al cassette: ¿es un formato viable para nuestros días?”. En el mismo se plantea si, en el contexto actual, con contenido digital de alta resolución, almacenamiento en la nube o, incluso, en estructuras de ADN, tienen cabida los sistemas analógicos de almacenamiento. Si estás pensando que la respuesta es simple, te invitamos a leer el post.

También hemos hablado de cómo las tendencias del mercado, influidas por estos procesos de cambio complejos y acelerados que han ido acompañados de una significativa sofisticación y un notable abaratamiento de la tecnología, han perturbado a una industria legendaria como la de las guitarras. Si no lo has leído, te recomendamos el siguiente artículo: “Los ídolos de la guitarra se extinguen, ¿corre también peligro el popular instrumento de 6 cuerdas?”

La revolución tecnológica, en la que estamos sumergidos desde hace un par de décadas, está siendo el inicio de un nuevo tiempo en el que se están estableciendo conceptos diferentes, otras formas de comunicación y de desarrollo productivo.

En esta ocasión, y siguiendo con este procedimiento de disección para entender un poco mejor la situación actual y futura de la industria audiovisual y musical, nos detenemos a analizar qué es lo que puede pasar con uno de los oficios que están más ligados a la música, el de los técnicos de sonido y, más concretamente, el de los técnicos de monitores.

Soluciones de monitorización más avanzadas, personalizables, sencillas  y económicas

Así como la democratización del acceso a los equipos de grabación trajo consigo la proliferación de los “home studio” o estudios de proyectos, la mejora de la tecnología y la reducción de costes también han hecho posible implementar más y mejores soluciones sobre los escenarios.

Al estar más al alcance de la mano y ser más sencillos de manejar, muchos músicos y bandas se han lanzado a por un equipo de sonido y han comenzado a gestionarse sus propias mezclas de directo, tanto de monitores como de PA. Ya sea por necesidad, por presupuesto, por comodidad o por un genuino interés en conseguir un sonido personal y de calidad, muchos músicos, tanto profesionales como aficionados, se han ido introduciendo más y más en las labores de los técnicos de sonido.

 

Imagen por cortesía de: Chico

Como no podía ser de otra forma, los fabricantes se han percatado de ese nicho de mercado y no han parado de lanzar soluciones de todo tipo, prácticas, compactas, sencillas y de calidad, orientadas al mercado de la música en directo y enfocadas especialmente a los músicos. Es así como, desde hace ya varios años, han ido apareciendo nuevas soluciones de sonorización “todo en uno”, grabación portátil multicanal de alta calidad y, por supuesto, sistemas de monitorización personal para directos tan sencillos que se pueden manejar con un solo dedo.

Esta última familia de productos, probablemente por ser la monitorización un aspecto crítico para cualquier músico que toque en vivo, ofrece un amplio abanico de posibilidades. Ya no son ninguna novedad los monitores personales de escenario en los cuales cada músico puede configurar sus propios ajustes según sus necesidades y preferencias sin depender, en gran medida, del técnico de monitores. Una relación músico/técnico que desde siempre ha sido, cuando menos, compleja y sobre la cual se ha escrito mucho.

¿Quieres saber qué es lo que esperan los técnicos de sonido de los músicos? Entonces no te pierdas este gran artículo: “5 cosas que un músico debe saber para llevarse bien con los técnicos de sonido”

En este campo, como hemos mencionado más arriba, podemos encontrar muchísimas opciones, desde los clásicos monitores personales de escenario como pueden ser  los primeros TC Helicon Voice Solo o los posteriores shur pasando por el completo Roland M-48 o los sistemas integrales de monitores y PA controlables de forma remota como StageScape M20D de Line 6. Así mismo, tenemos las cómodas y efectivas soluciones de monitorización in-ear como, por ejemplo, los sistemas Shure PSM.

Este tipo de dispositivos de referencia in-ear proporciona varias ventajas sobre las típicas configuraciones con cuñas de escenario. Ofrecen una experiencia más adecuada a las necesidades individuales de cada artista y una señal de audio de mejor calidad ya que se evitan las interferencias, la contaminación acústica y los problemas de retroalimentación.

¿Cuál será el lugar de los técnicos de monitores?

Teniendo en cuenta todo lo anterior, la pregunta que se plantea en este artículo es si, al igual que ha sucedido en el ámbito de la grabación, poco a poco –dejando de lado de momento las configuraciones más complejas de los grandes eventos–, dejaremos de ver a los técnicos de sonido llevando el control de los monitores al costado de los escenarios.

El planteamiento, si bien puede sonar algo exagerado o alarmista, no deja de tener precedentes en otros contextos, por ejemplo, el de los estudios de grabación. Unas décadas atrás eran muy pocos los músicos que podían grabar una maqueta en casa y menos aún en condiciones aceptables. Era imprescindible un estudio de grabación potente y la figura de un técnico de prestigio. Sin embargo, a día de hoy proliferan los estudios de proyectos alrededor del mundo capaces de lanzar producciones musicales de gran calidad. Por el contrario, son muchos los grandes estudios que, por no poder sostener sus enormes estructuras, han desaparecido.

Vale la pena señalar que, en nuestra opinión, no es una cuestión de que los músicos que se encargan de gestionar sus propias mezclas estén dejando obsoleto el oficio de ingeniero de monitores tradicional, no pasa por ahí. Tampoco se trata de que los nuevos sistemas de monitorización, cada vez más efectivos, versátiles y sencillos de manejar, hagan innecesaria la presencia de un técnico.

La habilidad y experiencia seguirán siendo valoradas como sinónimo de seguridad y calidad

El panorama ha cambiado, eso es evidente, y cada vez es más común ver a grupos de músicos encargándose de todo el proceso de sus mezclas en directo. No obstante, esto no debe ser visto como algo negativo por parte de los técnicos de sonido sino más bien todo lo contrario, un camino de oportunidades. Si estas bandas consiguen rodar con esa estructura compacta y, en un futuro, logran entrar en proyectos más potentes, con configuraciones de monitorización más complejas, sin lugar a dudas necesitarán técnicos de sonido que gestionen el sistema de monitores. Un ingeniero de grabación o de directo con habilidad y experiencia, que se dedique exclusivamente a sus funciones, siempre será garantía de éxito y, por lo tanto, sus servicios continuarán siendo valorados y solicitados.

Llegados a este punto, quizás alguien se pueda preguntar si solo veremos ingenieros de monitores en los grandes eventos. Seguramente, cada vez encontraremos menos técnicos en proyectos pequeños.

 

 

Ya no nos atienden personas al teléfono sino sistemas automáticos, no es necesario presentarse en la oficina para poder trabajar y en las fábricas ya hay más máquinas que personas. La música se almacena en la nube y no en las estanterías de casa, han desaparecido los CDs, y no por ser un soporte obsoleto, sino por un cambio en la forma de escuchar música, ahora más social, más de hashtag. En la actualidad, tampoco son imprescindibles los opulentos estudios de grabación, ya no. Puedes salir al mercado musical desde un pequeño estudio digital en condiciones. Sin embargo, lejos de que la tecnología o la inteligencia artificial vayan a devastar la Tierra y esclavizar a la humanidad, estos cambios están generado otros tipos de necesidades y demandas que, al mismo tiempo, crean un contexto distinto con nuevas posibilidades.

¿En un futuro, veremos ingenieros de monitores solo en los grandes eventos? Seguramente, cada vez encontraremos menos técnicos de sonido en proyectos pequeños.

Las ventajas de los sistemas de monitorización autónomos, sencillos de configurar y fáciles de manejar son muchas. En primer lugar, sale beneficiado el espectáculo, los músicos se sienten más cómodos, las mezclas pueden ser mucho más personalizadas y los artistas tienen un acceso inmediato y sin intermediarios a los ajustes de monitorización.

Todo esto agiliza y facilita también el trabajo del técnico de monitores que puede centrase en cuestiones de configuración y, sobre todo, en algo que es sumamente necesario en un directo: la seguridad y calidad del sonido durante el desarrollo del evento. No debemos perder de vista que en caso de error, de que algo no vaya bien con los equipos, los músicos se encontrarían en una situación complicada. Esto podría influir negativamente en el buen desarrollo de la interpretación músical, lo más importante de todo en última instancia.

¿Qué pasará con los técnicos de monitores?

Seguirán haciendo falta los técnicos de PA, los asistentes de escenario pero…¿cuál será la suerte de los técnicos de sonido que se encargan de las mezclas de monitores? Está claro que su función es muy valiosa y que continuarán siendo necesarios en muchas situaciones ya sea por infraestructura, por la complejidad del evento, por la seguridad del sistema y la tranquilidad de los músicos o, simplemente, porque al artista no le interese inmiscuirse en esos asuntos.

 

 

Así las cosas, si bien el clásico dicho que reza: “zapatero a tus zapatos” no deja de tener parte de verdad, también es cierto que, cada vez más, los límites de los oficios se tornan difusos por causas como la necesidad de adaptarnos a nuevos modelos de trabajo, la proliferación de productos de altas prestaciones mucho más asequibles y, sin lugar a dudas, por el fácil acceso a la información, uno de los motores fundamentales de toda esta revolución, de esta nueva era en la que estamos envueltos.

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