Podemos encontrar muchos artículos con consejos para músicos que, normalmente, hacen referencia al desarrollo de habilidades técnicas, a estructuras de aprendizaje, a distintos enfoques pedagógicos, etc. Sin embargo, en esta ocasión te contamos algo diferente.

Lo que queremos ofrecer en este artículo son recomendaciones -que por lo general no suelen explicarse en los tutoriales- tan básicas como importantes y que han sido recogidas de la experiencia de distintos músicos con una larga trayectoria. El principal objetivo de este artículo es darte algunas pautas que te pueden ser muy útiles. Ese tipo de información sobre la que en muchas ocasiones hemos comentado “ojalá hubiera sabido esto mucho antes”.

A continuación te ofrecemos los 5 consejos para músicos que consideramos fundamentales y que esperamos que te puedan servir como una guía para ayudarte a no malograr tu auténtica vocación, la música.

1 – No ver la música como un medio para alcanzar un objetivo, sino como un fin en sí mismo

Este primer fundamento, si bien es aplicable a prácticamente todo en esta vida, no está demás tenerlo particularmente presente cuando hablamos de la música. Dado que la música es en cierta medida también un fenómeno social, esta es susceptible de convertirse en un elemento mediante el cual los grandes medios intentan vendernos ideas que poco tienen que ver con la música y sí mucho con intereses de otro tipo.

Tener muy presente que la música es muchísimo más que buscar la gran oportunidad en el “Talent Show” de turno es el primer fundamento que debemos tener claro para desarrollarnos musicalmente, para conseguir sacar lo mejor de nosotros y volcarlo en la música. Vivir de la música no debería ser tomado en un sentido material, sino más bien desde un enfoque de desarrollo personal. Lo otro puede venir o no, pero en cualquier caso, como músicos, estaremos a salvo de cualquier frustración relacionada con nuestra vocación.

2 – Escoge correctamente tus fuentes de aprendizaje

Profesores, métodos, enseñanzas, el acceso a la información es hoy en día uno de los cambios -a mejor- más significativos a los que hemos asistido como sociedad. No obstante, si bien actualmente es muy fácil acceder a la información, no lo es tanto saber encontrar cuál es la más adecuada y cómo utilizarla. Por este motivo, más allá de que puedas aprender infinidad de cosas por tu cuenta, también es muy recomendable poder aprender de un profesor que no sólo tenga el conocimiento sino también algo que es tanto o más importante, la experiencia.

Acércate a personas que tengan una visión abierta y constructiva de la música, de lo contrario puedes salir perjudicado. La rigidez, y no hablamos de perseverancia, trabajo, esfuerzo, nos referimos a ideas preconcebidas, intransigencia y sectarismo musical, todo esto hace mucho daño a cualquier músico y, sobre todo, cuando este está comenzando. En este sentido, cada vez son más los métodos de enseñanza musical con un enfoque más natural, abierto y constructivo. La música es un aspecto inherente al ser humano, una forma de expresión que, según muchos estudios, es anterior a cualquier otra, incluso a la del habla. ¿Te imaginas que para empezar a aprender a hablar tuvieras que saber leer?

3 – ¿De qué se trata hacer música? No tengas una visión estrecha de la música

Primero analicemos como define el diccionario de la Real Academia Española de la Lengua el verbo “hacer”. Según esta, hacer significa: producir algo, darle el primer ser, fabricar, formar algo dándole la norma, forma y trazo que debe tener, ejecutar, componer, perfeccionar, poner por obra una acción o trabajo, etc.

Bien, teniendo esto claro exponemos un tema de debate muy habitual, sobre todo entre los “músicos que ejecutan un instrumento musical”: Músicos vs Djs.

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Un DJ que le dedica a su trabajo tiempo, perseverancia, esfuerzo e ilusión, obteniendo como resultado música, ¿debería ser diferente a un guitarrista que hace lo mismo? Y añadimos ¿Es diferente hacer música golpeando unas congas, un cajón peruano, una mesa de madera, dando palmas sobre nuestra panza, sobre los pads de un Nektar LX 25 o los de un Pioneer DDJ-SR? ¿La diferencia radica en un botón de play, en un scratch, en una cuerda pulsada o percutida, en una llave de saxo, en la tecla de un piano?

Si alguna persona lo tiene claro, que explique en los comentarios de este artículo, dónde encasillaríamos a quien utiliza ese artefacto, producto o instrumento. No sabemos cómo llamarlo, lo único que sí sabemos es que puede producir música:

¿Se trata entonces de saber leer partituras o entender las progresiones armónicas? ¿Valdría un músico autodidacta, o que ni siquiera supiera si está poniendo un acorde de Do o RE? ¿Qué haríamos con los músicos de oído?

Cuenta la historia, que uno de los guitarristas más influyentes del rock y el blues, como fue Robert Johnson, del cual se nutrieron músicos de la talla de Ercic Clapton, Jimi Hendrix, Stevie Ray Vaughan o Keith Richards, no tenía ni idea de teoría musical.

Muchos músicos reconocidos son completamente autodidactas, vaya como ejemplo, BB King, Luis Salinas, Luciano Pavarotti, Jimi Hendrix, Django Reinhardt, Paul McCartney, entre muchos otros. Por otra parte, muchos DJ profesionales tienen firmes conocimientos de teoría musical.

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La música es un aspecto inherente al ser humano, una forma de expresión que, según muchos estudios, es anterior a cualquier otra, incluso a la del habla. ¿Te imaginas que para empezar a aprender a hablar tuvieras que saber leer?

¿Se trata tal vez de “buena o mala” música?

Dejando de lado en un primer momento la clasificación de buena o mala, está claro que un pianista o un DJ pueden hacer, generar, componer o ejecutar una música atractiva, emotiva o estimulante ya sea compleja o sencilla en su desarrollo o, por el contrario, generar como resultado una música que no transmita nada, carente de emoción y de todo interés técnico y/o artístico

La consideración de música buena o mala es, cuando menos, poco acertada, si hablamos de la combinación de ritmos, melodías y armonías. Tal vez sea más apropiado, cuando nos referimos a la música, hablar de riqueza, complejidad, simplicidad, intensidad, desarrollo, precisión, emoción, o novedad, por ejemplo.

¿De qué se trata entonces? ¿Es necesario diferenciar a un músico de uno que no lo es?

Busquemos, en ese caso, que dice la RAE sobre la palabra músico. De las variadas definiciones que ofrece, la segunda dice: “persona que conoce el arte de la música o lo ejerce, especialmente como instrumentista o compositor”.

Bien, en nuestra opinión, esta definición es incompleta u obedece a formas de entender la música que se alejan de la visión que se intenta transmitir en este artículo. Sin embargo, si buscamos bien encontraremos que la séptima definición se aprecia más abierta, global, positiva y acertada, dice así: “es el arte de combinar los sonidos de la voz humana o de los instrumentos, o de unos y otros a la vez, de suerte que produzcan deleite, conmoviendo la sensibilidad, ya sea alegre, ya sea tristemente”.

Se tú mismo, expresa tus propias ideas de forma positiva y haz de tu música un elemento constructivo. No pierdas el horizonte, confía en ti siempre pero ten cuidado, nunca estés demasiado convencido de tu valer. Si dudas, si observas y escuchas aprenderás mucho más. No persigas modas. Podrás estar más o menos contento con tus resultados, pero siempre serás tú y ese es el principal valor. Rodéate también de compañeros, músicos que compartan tu visión de la música en el sentido más global.

4 – ¿En qué consiste ser músico? No te pongas límites y sumérgete en los diferentes contextos musicales

Ser o desarrollar una tarea gratificante como músico no se limita a llenar estadios, ni mucho menos. Debes tener cuidado con los mensajes a los que todos estamos todos sometidos, y no sólo con la música, sino también con la moda, el físico, las ideas de éxito, etc. Estos mensajes están llenos de intereses económicos, políticos y de conducta social. Existen muchísimas actividades relacionadas directamente con ser músico y que son inmensamente placenteras y satisfactorias. Músico de directo, de estudio, de cine, de publicidad, de videojuegos, profesor de música, Dj, creador, compositor, investigador, terapeuta y un largo etc., pueden ser una forma de ganarse la vida haciendo música. Esto no significa conformase con otra cosa, significa ser feliz con la música como parte de tu vida sin ponerte objetivos que, en muchas ocasiones, ni siquiera son tuyos.

5 – Analiza cuál es tu objetivo de vida con la música

La música, según se entiende de forma positiva, es una actividad que puede moldear tu forma de vida de forma muy beneficiosa y constructiva pero al mismo tiempo si nos confundimos, si buscamos en la música cosas que no pertenecen a la misma, puede afectarnos emocionalmente de forma negativa. También debes saber que, más allá de la ejecución de un instrumento, la música tiene enormes beneficios para nuestra salud física y emocional y esto también es muy importante tenerlo presente. La música tiene, básicamente, el mismo efecto que respirar aire puro, ingerir alimentos saludables, dormir bien o recibir afecto.

La música es en sí misma comunicación, cultura, diversión, ciencia, pensamiento, ideales, historia, salud. En definitiva, una parte esencial del ser humano y del universo en el que existimos. Sus beneficios son numerosos y abarcan a las personas en su totalidad. Es un bien preciado al que todos podemos acceder de una u otra forma para, simplemente, ser más felices.

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Publicado el: 24 de octubre de 2016 12:30 por Diego Ynsaurralde.